¿Se ha preguntado alguna vez cuál es el origen de las columnas Morris que exhiben carteles de espectáculos y películas en muchas ciudades francesas? Para todos aquellos que estén intrigados por esta pieza de mobiliario urbano y su historia, he aquí 5 datos insólitos sobre la columna Morris.
1- No se inventaron en París, sino en Berlín
En el imaginario colectivo, las columnas de Morris forman parte del paisaje parisino, al igual que las fuentes de Wallace y las bocas de metro de Hector Guimard.
Sin embargo, la columna Morris, tal y como la conocemos hoy, no nació en París, sino en Berlín. Esta es la primera de las 5 curiosidades sobre este mobiliario urbano.
Apareció en la capital alemana en 1854 con el fin de informar al público sobre los espectáculos y luchar contra la colocación ilegal de carteles.
2- Triunfaron con un modelo que también se usaba como urinario
Ya en 1839, el prefecto del Sena había autorizado la instalación de columnas moriscas en París. Uno de los 5 hechos insólitos sobre ellos es que la señalización municipal se colocó en un panel de madera apoyado en el exterior de... ¡urinarios públicos!
Pero este modelo, que se utilizaba a la vez para exponer anuncios y como urinario, fue muy criticado por su doble función.
Así pues, poco a poco fue cediendo el paso al modelo alemán, todo él alto y rematado por una pequeña cúpula, es decir, la columna Morris tal y como aún hoy la vemos en nuestras calles.
Cada una de estas columnas publicitarias puede albergar 4 m² de carteles para promocionar la cultura parisina.
3- Llevan el nombre de una imprenta
Contrariamente a lo que podría pensarse, la columna Morris no lleva el nombre de su inventor.
Si estas columnas de carteles procedentes de Alemania se conocen con este nombre en Francia, es porque la primera concesión publicitaria se otorgó en 1868 al impresor Gabriel Morris, especializado, entre otras cosas, en la promoción de espectáculos parisinos.
Insólitamente, el nombre de la imprenta ha resistido el paso del tiempo. Todavía se utiliza hoy para designar estas vallas publicitarias, ¡más de 150 años después!
4- Forman parte del patrimonio parisino
Con su silueta cilíndrica de hierro fundido verde, rematada por un tejado y un dosel que protege los carteles de la lluvia, las columnas Morris se han convertido en un símbolo de la ciudad de París.
En la mente de los turistas, estas piezas de mobiliario urbano son emblemáticas de la capital francesa, junto con las fuentes Wallace y los bancos Davioud.
La columna Morris estuvo en el centro de una polémica en 2006, cuando el alcalde de París Bertrand Delanoë decidió destruir más de 200 de ellas y reducir su número a 550 columnas para despejar el espacio público.
Este soporte dedicado a las artes escénicas tiene sus defensores, amantes del patrimonio que temen ver desaparecer las columnas Morris en favor de soportes publicitarios más rentables o más modernos, como las columnas Wilmotte de color gris metalizado.
5- Pueden verse en otras partes del mundo
A pesar de ocupar un lugar especial en el corazón de los parisinos y en los símbolos asociados a la ciudad de París, las columnas Morris se han extendido mucho más allá de la capital.
Pueden verse en la mayoría de las grandes ciudades francesas (como Marsella, Lyon y Niza) y en el extranjero, sobre todo en Europa y Norteamérica.
La columna Morris es común en Alemania, donde se llama Litfaßsäule (columna Litfaß) en honor a su inventor, el berlinés Ernst Litfaß. También se ha instalado al otro lado del Atlántico, sobre todo en las calles de San Francisco.