A partir del 1 de enero de 2024, unas 50.000 empresas en Europa tendrán que aplicar la directiva CSRD. Esta directiva europea, que acaba de ser transpuesta por Francia, es un componente mayor en la construcción del Pacto Verde Europeo. Les proponemos descubrir qué cambiará para las empresas en 5 preguntas.
¿Qué es la directiva CSRD?
La directiva CSRD por Corporate Sustainability Reporting Directive es una directiva europea de "sostenibilidad".
Su objetivo es regular la presentación de informes extrafinancieros de las empresas a nivel europeo, es decir, cómo las empresas informan sobre su consideración de los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza.
Esta directiva fue adoptada a finales del año 2022 y fue transpuesta por Francia el 6 de diciembre de 2023. Con la transposición de este texto al derecho francés, un informe de sostenibilidad reemplazará la DPEF (declaración de desempeño extrafinanciero) a partir del 1 de enero de 2024.
¿Por qué esta nueva directiva?
La Unión Europea ha adoptado la directiva CSRD porque las regulaciones no vinculantes implementadas en 2017 y 2019 resultaron insuficientes, especialmente en lo que respecta a los desafíos de descarbonización.
Este texto es parte de los desarrollos deseados por la UE para responder a las ambiciones del Pacto Verde Europeo o Green Deal. El objetivo es respetar el Acuerdo de París reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030, con el fin de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.
Concretamente, la CSRD busca reforzar la acción de las empresas en favor del clima, armonizando las prácticas de reporte y desarrollando una financiación más sostenible. Mientras la sociedad civil y los inversores están cada vez más atentos al compromiso de las empresas con el clima y la biodiversidad, esta directiva europea también debe permitir más transparencia. Exige datos más precisos y completos, basados en indicadores estandarizados.
¿Cuáles son las empresas afectadas?
Con la entrada en vigor de la directiva CSRD el próximo año, más empresas estarán afectadas por la presentación de informes extrafinancieros. Esta directiva hace obligatoria la presentación de informes de sostenibilidad para más de 50.000 empresas europeas, frente a las 12.000 anteriores.
Todas las grandes empresas están afectadas, pero también las empresas no cotizadas que superen dos de los tres siguientes umbrales:
• 250 empleados.
• 40 millones de euros de facturación neta.
• 20 millones de euros de total de balance.
A tener en cuenta: las empresas que ya estaban sujetas a la NFRD (Non Financial Reporting Directive) deberán publicar su primer informe de sostenibilidad a partir del 1 de enero de 2025. Las demás tendrán hasta principios de 2026 para cumplir con esta nueva obligación.
Las PYMEs cotizadas también están afectadas por esta directiva, si cumplen dos de los tres criterios siguientes:
• tener entre 10 y 250 empleados.
• alcanzar una facturación de entre 700.000 € y 40 millones de euros neta.
• presentar un total de balance de entre 350.000 € y 20 millones de euros.
Para estas PYMEs cotizadas, la aplicación de la directiva se realizará de manera más progresiva. Deberán presentar su primer informe de sostenibilidad a principios de 2027.
Finalmente, las empresas no europeas que posean al menos una sucursal o filial dentro de la UE y tengan una facturación neta de al menos 150 millones de euros deberán publicar su primer informe a principios de 2028.
4- ¿Qué cambia la CSRD para las empresas?
La entrada en vigor de la directiva CSRD a partir del 1 de enero de 2024 va a constituir un giro importante para ciertas sociedades en Europa. Se trata, por supuesto, de una nueva restricción pero también de una oportunidad de oro para llevar a cabo una reflexión estratégica sobre las acciones a realizar dentro de la empresa.
Por primera vez, las empresas deberán realizar un análisis de doble materialidad. Esto significa que tendrán que evaluar tanto:
• la materialidad financiera, es decir, el impacto de los problemas económicos, sociales y ambientales en la sostenibilidad de las actividades de la empresa.
• la materialidad de impacto, es decir, el impacto de la actividad de la empresa en el medio ambiente y en las personas.
Deberán utilizar indicadores estandarizados que han sido establecidos por el EFRAG conforme a las normas europeas. Esta armonización de los indicadores permitirá comparar el impacto de diferentes empresas en términos ambientales, sociales y de gobernanza.
Como la CRDS también impone la accesibilidad y la fiabilidad de esta información, ahora será más fácil evaluar una sociedad en función de su compromiso contra el cambio climático y la contaminación y a favor de la economía circular, la biodiversidad y los trabajadores.
5- ¿Qué información será necesario publicar?
El informe de sostenibilidad que algunas empresas tendrán que publicar para cumplir con la directiva CSRD debe cubrir los tres temas ESG. Cada empresa afectada tendrá que proporcionar información cualitativa y cuantitativa. Deberá seleccionar la información que considere más relevante según su situación, sin tener que justificar su elección, excepto para el cambio climático.
Para determinar la información que debe publicar, la empresa deberá realizar un análisis de doble materialidad y medir:
• sus impactos positivos y negativos en el medio ambiente y las personas.
• los riesgos y oportunidades que los asuntos ESG representan para la sostenibilidad de sus actividades.
Las empresas ya sujetas a la NFRD serán las primeras en publicar su informe a principios del año 2025. Para ellas, se trata de realizar un análisis de las discrepancias entre la información que publican hoy en día y las nuevas exigencias europeas. El objetivo de este ejercicio es que puedan establecer un plan de acción para cerrar estas brechas.
Más que informes de RSE, lo que la Unión Europea espera obtener de las empresas son acciones concretas a favor del clima, la biodiversidad y los derechos humanos. A largo plazo, la UE desea que la información de sostenibilidad alcance el mismo nivel que la información financiera y anime a las empresas a cambiar su modelo económico.