Aunque todavía es poco conocida en Francia, la calabaza de Siam es una cucurbitácea que merece ser descubierta. Les sorprenderá por sus numerosos frutos con una textura original. Muy productiva, proporciona grandes frutos que pueden conservarse durante varios años. Les proponemos descubrir cómo cultivarla y consumirla en 5 preguntas.
¿Qué es la calabaza de Siam?
La calabaza de Siam es una planta hortícola de la familia de las Cucurbitáceas. Se cultiva en varios continentes por sus frutos comestibles que pueden consumirse crudos o cocidos como una verdura.
Esta calabaza, cuyo nombre botánico es Cucurbita ficifolia, también es conocida como calabaza de hojas de higuera, calabaza de semillas negras, chilacayote y melón de Malabar.
Esta cucurbitácea es una planta rastrera o trepadora cuyos largos tallos muy vigorosos se agarran a un soporte gracias a zarcillos. Produce grandes hojas divididas en 5 lóbulos redondeados, que se asemejan a las hojas de la higuera (de ahí el nombre latino de esta especie ficifolia).
Los frutos de forma ovoide miden en promedio de 15 a 20 cm de largo y pueden pesar hasta 6 kg. Son verdes al madurar y presentan manchas claras que los hacen parecer un poco a sandías.
Mientras que la piel de estas calabazas es muy dura, su carne de color blanco es muy tierna. La carne tiene también la particularidad de volverse muy fibrosa después de la cocción. Entonces adquiere una textura de fideos o de chucrut de la misma manera que la bien llamada calabaza espagueti.
¿De dónde viene esta variedad de calabaza?
Aunque Siam es el antiguo nombre de Tailandia, la calabaza de Siam no es originaria de Asia. Esta especie, que no existe en estado salvaje, probablemente fue domesticada en América del Sur.
Como otras calabazas, esta planta hortícola solo se introdujo en Europa después de los viajes de Cristóbal Colón a América.
Fue cultivada muy temprano en India, Tailandia y China para la alimentación animal. En el continente europeo, primero se introdujo en España y Portugal, donde todavía se consume... ¡en forma de mermelada y pasteles!
3- ¿Cómo cultivar la calabaza de Siam?
La calabaza de Siam es una cucurbitácea particularmente vigorosa que requiere casi ningún mantenimiento. Sus tallos, que pueden alcanzar más de 10 metros de largo, cubren muy rápidamente el suelo o el soporte por el que se les guía.
Como todas las calabazas, es una planta exigente que necesita un suelo rico, bien fertilizado y con aportes de agua bastante importantes. A cambio, cada planta puede proporcionar hasta 15 frutos de buen tamaño.
Esta planta es una vivaz que no tolera las heladas. Vive varios años bajo un clima tropical o en algunos lugares protegidos de la Costa Azul pero se cultiva como una planta anual en otras regiones de Francia.
La mejor manera de descubrir esta especie de calabaza original es realizar una siembra de febrero a abril en maceta o de marzo a mayo directamente en tierra. El sitio web de la Asociación Kokopelli y la Granja de Sainte-Marthe ofrecen ambos semillas.
4- ¿Cuándo cosechar las calabazas de Siam?
Las calabazas de Siam se cosechan de junio a octubre. Para saber si una fruta está lista para ser recogida, basta con verificar su pedúnculo. El secado del pedúnculo es la señal de que la calabaza de Siam está madura.
Cuando se almacena en buenas condiciones, en un lugar seco y bien ventilado, a una temperatura entre 10 y 12°C, esta calabaza puede conservarse durante 2 años.
Basta con colocar las frutas en cajas instaladas en alto, asegurándose de espaciarlas bien.
5- ¿Cómo utilizar la calabaza de Siam en la cocina?
Cuando se cosecha madura, la calabaza de Siam se puede consumir cruda como si fuera un melón. Las calabazas jóvenes pueden cocinarse como calabacines. Cuando crecen más, las calabazas de Siam se vuelven fibrosas al cocerse. Por eso, se pueden preparar en ensalada de col o en gratinado.
Lo que es aún más sorprendente, esta cucurbitácea se utiliza muy a menudo para hacer una mermelada llamada mermelada de cabello de ángel. Como la pulpa de esta fruta verdura es bastante insípida, esta mermelada se aromatiza con limón, naranja y canela.
En Portugal, esta mermelada llamada chila se usa en la receta de un delicioso pastel de almendras. Este postre portugués tiene fama de ser muy fácil de hacer, ya que solo lleva 4 ingredientes.