Generalmente se piensa que el comienzo del año es un período poco propicio para la jardinería. ¡Pero eso es incorrecto! Incluso durante el periodo invernal, los jardineros tienen mucho que hacer y pueden comenzar a preparar las floraciones de los meses siguientes. Les proponemos descubrir qué flores sembrar en el jardín en invierno.
¿Por qué hacer semilleros en invierno?
Aunque las condiciones meteorológicas no parezcan a priori las más favorables, es posible sembrar flores bianuales en invierno.
Una flor bianual se refiere a una planta que realiza su ciclo de vida en 2 años. El primer año, desarrolla principalmente raíces, tallos, hojas y solo algunas flores. Hay que esperar al segundo año para verla florecer abundantemente, producir semillas y morir.
En la práctica, si siembras bianuales en invierno, disfrutarás de su floración el año siguiente, en primavera o en verano.
¿Qué flores bianuales se deben sembrar en invierno?
Varias especies de flores bianuales pueden ser sembradas en invierno, bajo cobijo o incluso en tierra abierta si el clima es bastante suave.
En particular, puedes sembrar las especies del género Viola, como el pensamiento de los jardines y la violeta silvestre, y las flores de la familia de las amapolas como la amapola de Islandia (Papaver nudicaule).
También puedes hacer siembras de aquilegia, clavel del poeta, dedalera, malvarrosa (Alcea rosea), boca de dragón, nomeolvides y moneda del Papa (Lunaria annua).
A tener en cuenta: entre las plantas con flores que necesitan germinar en calor entre 19°C y 25°C, también se deben mencionar los impatiens, los geranios y los petunias muy apreciados por sus colores vibrantes.
¿Cómo hacer semilleros en invierno?
En función del clima de tu región, puedes hacer tus siembras bajo cobijo o considerar una siembra directamente en tierra. Sin embargo, en invierno, generalmente es preferible sembrar las flores en macetas. Este método permite iniciar la siembra en el interior y con calor.
Ayuda a los jardineros a controlar mejor el desarrollo de las plántulas antes de trasladarlas al exterior, a un invernadero o bajo un marco de protección. La utilización de un pequeño invernadero tiene la ventaja de proteger las semillas y las plántulas de la voracidad de las aves y los caracoles.
En la práctica, necesitas macetas y sustrato para siembra. También puedes hacer tus siembras en bandejas de poliestireno ya que este material retiene bien el calor y protege las plantas jóvenes del frío.
Piensa siempre en humedecer el sustrato antes de plantar las semillas. Basta con depositar las semillas en la superficie del substrato y presionar para que se adhieran a la tierra, antes de cubrirlas con sustrato fino. Elige un lugar luminoso para que tus macetas aprovechen la luz del sol invernal.
Durante las semanas siguientes, tendrás que ajustar el riego con precisión, ya que el substrato debe permanecer húmedo pero no en exceso. Utiliza preferentemente agua de lluvia y no seas demasiado generoso ya que el exceso de agua podría pudrir las raíces. Se recomienda usar un pulverizador o una regadera con cabezal muy fino para no desplazar las semillas.
¿Es posible sembrar en tierra abierta en invierno?
Era teóricamente posible sembrar flores bianuales directamente en suelo durante los meses de invierno, pero solo en las zonas donde el clima es extremadamente suave.
Incluso si vives en la zona de los naranjos, siempre planifica protecciones contra el frío como velos de invernada o campanas plastificadas. Estas precauciones serán muy útiles si las temperaturas caen de repente o si se anuncian fuertes lluvias o granizo en tu región.
Entre las flores para sembrar a principios de año, algunas especies como el guisante de olor o la amapola se siembran directamente en su lugar, ya que no toleran bien el trasplante.