Método de jardinería inventado por un agrónomo francés, la fenocultura consiste en cubrir el suelo con heno. Según Didier Helmstetter, el inventor de esta técnica de agroecología, el heno es el mejor material natural para hacer mulch y facilitar el cultivo de vegetales. Les proponemos descubrir este método "para jardineros perezosos" en 5 preguntas.
¿De dónde proviene el nombre de la fenocultura?
En latín, heno se dice faenum. El método de jardinería que consiste en cubrir el suelo con heno debería llamarse "fenocultura" con una f.
Sin embargo, el agrónomo francés Didier Helmstetter, quien descubrió este método, decidió reemplazar la "f" por "ph" para resaltar el aspecto fenomenal de esta técnica de agroecología.
2- ¿Cuál es el principio de la fenocultura?
Didier Helmstetter es el autor de un libro titulado *El huerto del perezoso*. En esta obra, explica que **el heno es el mejor material natural posible para acolchar el suelo** y alimentar a la perfección todos los organismos que se desarrollan en él, como las lombrices de tierra, los hongos y las bacterias.
Este experto en agroecología sostiene que es posible **cultivar sus propias verduras sin demasiado esfuerzo**, gracias a un truco de jardinería muy simple: ¡cubrir el suelo con heno!
En abril de 2022, publicó otro libro en las ediciones Tana: *El huerto del perezoso afectado por el cambio climático*. Allí explica cómo adaptar su huerto a la ola de calor y a otras evoluciones del clima, siempre sin ningún trabajo del suelo, sin fertilizantes, sin compost y sin montículos.
3- ¿Por qué hacer una cubierta de heno?
Al igual que otras formas de acolchado vegetal, el heno desempeña 4 roles importantes cuando se utiliza en fenocultura:
• limita el desarrollo de las malas hierbas o adventicias.
• reduce la necesidad de riego.
• reduce el trabajo del suelo.
• limita las variaciones de temperatura en el nivel del suelo.
Cuando se instala en una capa gruesa, el heno permite mantener el suelo en la oscuridad. Este simple truco ahorra mucho trabajo a los jardineros porque las malas hierbas (o al menos la gran mayoría de ellas) no pueden germinar. Se estima que más del 90 % de las semillas de plantas adventicias no germinan bajo un acolchado.
Un acolchado a base de heno también ayuda a limitar la evaporación del agua en la superficie del suelo y aumentar la porosidad de la tierra. Gracias a una intensa actividad biológica, el suelo se vuelve más permeable y captura cada gota de agua como una esponja. Por el contrario, un suelo más compactado favorece la escorrentía del agua de riego o de la lluvia.
Antes de instalar la capa de heno, se recomienda realizar una descompactación del suelo si es necesario. Posteriormente, el suelo conservará su estructura mullida gracias al acolchado, ya que su superficie permanecerá húmeda y estará protegida de agresiones climáticas como el sol ardiente, el viento y las lluvias intensas.
Finalmente, el heno sirve para proteger el suelo de las variaciones de temperatura, durante los días de verano muy calurosos o los periodos de heladas en invierno. El acolchado permite mantener una temperatura mínima, unos grados superior a la del aire ambiente, incluso en pleno invierno. Actúa como una verdadera cobertura y preserva la actividad biológica que mejora permanentemente la tierra de su huerto.
4- ¿Cuáles son las ventajas específicas del heno?
Si ya tienes la costumbre de acolchar el suelo de tu huerto, seguramente objetarás que el heno no es el único material utilizable. Existen numerosas alternativas como el uso de cortezas, triturados de árbol o paja. Pero Didier Helmstetter es categórico: el heno es la mejor opción.
El heno es una gramínea que se ha segado en el momento en que su flor comienza a formarse. Luego ha sido secado y enrollado para formar las famosas balas de heno. En su libro, el agrónomo francés explica que este material presenta varios beneficios debido a su composición.
Este material, que es la base de la fenocultura, contiene sustancias nitrogenadas, celulosa y azúcares solubles. Simplifica el mantenimiento del huerto porque constituye un verdadero festín para los organismos del suelo y les aporta justo lo que necesitan de nitrógeno, carbono y energía para prosperar.
5- ¿Por qué el heno es también un buen fertilizante?
En fenocultura, el heno no es solo un excelente material para el acolchado. También es un fertilizante natural que promueve el crecimiento de las plantas y verduras. Con el tiempo, la descomposición de este mulch proporciona a tus plantas todos los nutrientes que necesitan para su crecimiento.
No solo tendrás menos necesidad de desherbar, trabajar la tierra y regar, sino que también puedes prescindir de añadir fertilizantes a tu huerto. En resumen, si creemos en Didier Helmstetter, cubrir el suelo con heno es un truco mágico para hacer crecer verduras sin tener que esforzarse mucho...