El Salak O Fruta De La Serpiente: Una Fruta Exótica Inusual

Con sus duras escamas marrones, el salak tiene el aspecto poco atractivo de la piel de una serpiente. Sin embargo, esta fruta exótica típica del sudeste asiático es jugosa, ácida y dulce al mismo tiempo, en una palabra, ¡deliciosa! Le invitamos a descubrir el origen y las características de la asombrosa fruta de la serpiente.

¿Dónde crece?

El salak es el fruto de una pequeña palmera muy espinosa también llamada salak. Esta palmera pertenece a la familia Arecaceae y su nombre botánico es Salacca zalacca.

Aunque su origen sigue siendo desconocido, esta palmera es una especie típica del sudeste asiático. Crece en Java y Sumatra y se cultiva principalmente en Tailandia, Malasia e Indonesia.

A veces rastrera, puede alcanzar los 6 metros de altura. Los frutos crecen en la base de la palmera, en pequeños racimos.

¿Qué aspecto tiene?

El salak o fruta de serpiente hace honor a su nombre. La palabra "salak" significa serpiente en javanés y sondanés (la segunda lengua de Indonesia).

En inglés, se denomina simplemente snake fruit.

En realidad, se presenta en forma de una gran drupa ovalada o fusiforme de 5 a 8 cm de longitud, cubierta de escamas marrones que recuerdan la piel de una serpiente.

Bajo su piel fina pero dura y rugosa, esta fruta asiática contiene una pulpa blanca jugosa, ácida y dulce.

¿A qué sabe?

Quienes han tenido la oportunidad de comer salak comparan su sabor al de la piña por el contraste entre dulzor y acidez, unido al hecho de que esta fruta es muy jugosa.

Tras el dulzor, llega la acidez y te cosquillea la lengua.

En resumen, esta fruta exótica no sólo tiene un aspecto asombroso, sino también un sabor que merece la pena descubrir.

Si tiene la oportunidad de probarla, no se desanime por su extraño aspecto, pero tenga cuidado al probarla, ya que esta extraña fruta contiene uno (o más) huesos del tamaño de una avellana.

Nota: otro dato sorprendente es que a los tailandeses les gusta degustar esta fruta después de pelarla, por supuesto, ¡pero también después de sumergirla en una mezcla de azúcar y sal!


¿Cómo se come?

Para comer un salak, hay que quitarle su famosa piel fina y correosa, que parece la de una serpiente...

Estas frutas son bastante difíciles de pelar. El truco está en cortar la parte superior de la fruta para poder coger la piel.

En el interior, la pulpa blanca nacarada también es bastante dura (más crujiente que una manzana, para comparar).

Así que, antes de morder esta fruta, puedes cortarla con un cuchillo. Y, por supuesto, no te olvides de quitar la piedra.

¿Cuáles son los beneficios para la salud?

Se dice que el salak no sólo contiene vitamina C, sino también proteínas, fibra, calcio y fósforo.

Si sufres de turista mientras viajas por el sudeste asiático, ten en cuenta que esta fruta es reputada por sus efectos antidiarreicos.

En el lado negativo, puede provocar estreñimiento si se come mucho...

En conclusión, en tu próximo viaje a Bali o Indonesia, aprovecha para probar esta increíble fruta serpiente, pero con moderación ;-)