Si tienen planeado pasar sus próximas vacaciones en Guadalupe o en Martinica, ¡tengan cuidado con el mancenillero! Este peligro local no es ni una serpiente ni un insecto, sino un árbol extremadamente tóxico. Les proponemos descubrir esta especie vegetal considerada como el árbol más peligroso del mundo.
¿Qué es el manzanillo?
El manzanillo o Hippomane mancinella en latín es un árbol muy común en América Central y del Sur, en el Caribe y en las Bahamas.
Crece naturalmente en la costa arenosa y en las playas, pero es mucho menos simpático que los cocoteros.
Bien merece su apodo español de arbol de la muerte, porque todas las partes de este árbol son tóxicas por contacto directo o indirecto.
¿Cómo reconocer un manzanillo?
El manzanillo es un árbol tanto más peligroso cuanto que puede ser fácilmente confundido con un árbol frutal. Con su bonita forma y sus frutos que se parecen a manzanas, parece completamente inofensivo. Pero, en realidad, todas las partes del árbol contienen sustancias tóxicas. Por lo tanto, es muy importante aprender a reconocerlo para mantenerse alejado de él.
Esta especie de la familia de las Euforbiáceas es un árbol con corteza gris y bastante lisa. Alcanza una altura de 5 a 10 metros y tiene hojas ovales y brillantes, de color verde oscuro. Sus inflorescencias en espigas producen frutos verdes a amarillos en forma de manzanas, cuyo olor agradable es particularmente engañoso.
De hecho, morder uno de estos frutos puede provocar síntomas muy graves: quemaduras bucales, edema faríngeo, vómitos, diarreas o hemorragia digestiva. La ingestión de estos frutos tóxicos puede en algunos casos ser mortal.
¿Cuáles son los peligros del manzanillo?
Aunque no comas sus frutos, el manzanillo puede quemarte la piel o desencadenar una reacción alérgica. No es casualidad que el libro Guinness de los récords le haya otorgado el título del árbol más peligroso del mundo.
Como muchas especies de la familia de las Euforbiáceas, este árbol tiene un látex irritante. ¡Y eso no es todo! Sus hojas, su madera y su polen también pueden provocar quemaduras.
En las regiones donde crece este árbol de la muerte, los habitantes saben bien que no deben refugiarse bajo su follaje en días de lluvia. Al escurrir por las hojas, el agua de lluvia se carga de sustancias tóxicas y puede causar serias quemaduras en la piel.
El polen de este árbol, transportado por el viento, provoca dermatitis y conjuntivitis. Incluso es peligroso quemar su madera sin precauciones porque el humo que se desprende puede ocasionar quemaduras, conjuntivitis e incluso a veces ceguera temporal.
¿Cuáles son las precauciones que se deben tomar?
Cuando se visita Guadalupe u otras zonas turísticas donde crecen manzanillos, es mejor ser prudente y atento a posibles señales o marcas.
En las playas frecuentadas por turistas y el público, el manzanillo generalmente está marcado de rojo y se instalan carteles para advertir a los paseantes sobre la peligrosidad de este árbol. Para limitar los riesgos, basta con estar alerta y mantenerse alejado de estos árboles. Sea muy vigilante en las proximidades de las playas si tiene niños.
Finalmente, si se pregunta por qué esta especie particularmente tóxica no ha sido erradicada de las playas, sepa que este árbol tiene, a pesar de todo, sus buenos lados. Estos árboles forman una barrera natural contra el viento y previenen la erosión del suelo en su hábitat natural. Incluso ofrecen una fuente de alimento para ciertos animales como los iguanas que no se ven afectados por su toxicidad.