Si tienes lavanda en tu jardín o en una maceta en tu terraza, es posible que hayas notado que esta planta arbustiva tiende a caerse y ahuecarse con el tiempo. El secreto para mantener tus plantas compactas y productivas radica en la poda. Te explicaremos cómo podar la lavanda.
¿Por qué podar la lavanda?
Las lavandas son plantas de matorral que resisten bien el calor, el viento e incluso la falta de agua y pueden vivir sin problemas durante unos diez años.
Sin embargo, si quieres que tus plantas de lavanda mantengan una forma compacta y armoniosa, debes realizar cada año una poda de mantenimiento y una poda de formación.
Si no se podan, estas plantas arbustivas tienden a caerse, con tallos tendidos en el suelo y un hueco poco estético en el centro. Es por eso que es importante podar la lavanda cada año, una o dos veces.
¿Cuándo podar la lavanda?
Cuando hablamos del tamaño de la lavanda, no debemos confundir:
• La cosecha de las espigas florecidas durante la floración
• La poda de mantenimiento, que se debe realizar después de la floración, es decir, entre agosto y principios de otoño según las variedades
• La poda de formación, que se debe realizar en otoño o primavera según las regiones.
En junio-julio, cuando tu lavanda está en flor, puedes cosechar las espigas para hacer ramos y llenar pequeñas bolsitas de tela destinadas a perfumar la ropa en tus armarios.
A tener en cuenta: se recomienda hacer esta cosecha preferentemente por la mañana, ya que es el momento del día en el que las espigas de lavanda tienen más perfume.
Una vez que la floración ha terminado, es hora de realizar la poda de mantenimiento. ¡Espera a que las flores estén secas para saber cuándo debes podar!
La poda de mantenimiento consiste en cortar todas las flores marchitas. Si vives en el sur de Francia, en una región donde no hay riesgo de heladas, puedes aprovechar para realizar también la poda de formación, que consiste en darle a tu arbusto una forma armoniosa.
Por otro lado, si vives en una región donde hay heladas en invierno, debes realizar estos dos tipos de poda en momentos diferentes:
• En otoño, corta las flores marchitas para preparar tu lavanda para el invierno.
• En primavera, es decir, entre mediados de marzo y principios de abril, cuando las heladas han pasado, realiza la poda de formación para que tu lavanda mantenga una forma compacta y hermosa.
¿Cómo podar la lavanda?
Si has seguido las explicaciones anteriores, habrás entendido que hay tres formas de cortar ramas de lavanda:
1- cortar los tallos florecidos con unas tijeras de podar para hacer ramos o saquitos de lavanda
2- hacer una poda de mantenimiento con unas tijeras de podar cortando los tallos de las flores marchitas en la base, justo por encima del follaje
3- hacer una poda de formación para dar forma redondeada a tus plantas de lavanda utilizando preferiblemente unas tijeras de podar (más prácticas que las tijeras en este caso).
En regiones de clima suave, puedes realizar las operaciones n°2 y n°3 el mismo día, practicando una poda severa después de la floración. Solo tienes que eliminar aproximadamente dos tercios de la longitud de las ramas, asegurándote de dejar hojas verdes debajo del nivel donde cortas para que tu planta de lavanda pueda generar nuevos brotes.
Por otro lado, en regiones donde hay heladas, debes realizar la poda de mantenimiento en otoño (después de la floración) y la poda de formación a principios de primavera (antes de la siguiente floración).
Ahora que sabes cómo podar la lavanda, ¡no olvides hacerlo cada año! Este mantenimiento es indispensable para que tus plantas se ramifiquen, se densifiquen y mantengan una forma hermosa. Podar también estimula la floración.
Pero sobre todo, la poda es fundamental para ayudar a esta especie a envejecer bien. Evita que las lavandas se despeguen en la base, se abran en el centro y se caigan por su propio peso.
¿Cómo se hace una propagación de lavanda?
Puede aprovechar el tamaño en primavera u otoño para tomar esquejes de lavanda, preferiblemente de ramas que no hayan florecido. En caso contrario, corte la flor y deje solo tallos con hojas.
1- Corte tallos de aproximadamente 15 cm de la madera del año (aún tierna), cortando justo debajo de un brote (un punto de partida de hojas).
2- Retire las hojas de la parte inferior del tallo, en la mitad de su longitud, ya que esta parte irá en la tierra.
3- Plante los esquejes directamente en la tierra para reemplazar viejas plantas desgastadas o en una maceta con tierra húmeda. No es necesario usar hormonas de enraizamiento para esta planta.
4- Riegue regularmente para mantener la tierra húmeda durante al menos las primeras tres semanas.