Es bastante común degustar frutas exóticas durante las fiestas de fin de año. La próxima vez que comas lichis, ¡no tires los huesos! Estos bonitos huesos redondos, lisos y brillantes pueden regalarte una planta verde gratis. Vamos a explicarte cómo hacer germinar un hueso de lichi.
Paso n.º 1: recuperar y limpiar el hueso.
Todos hemos hecho germinar alguna vez un hueso de aguacate en un vaso de agua. Pero, ¿has pensado alguna vez en hacer lo mismo con otras frutas exóticas como el lichi? El árbol Litchi sinensis crece en climas tropicales y, por lo tanto, puede ser cultivado como una planta de interior.
El primer paso para hacer germinar un hueso de lichi es simplemente recuperar el hueso asegurándose de no dañarlo y luego limpiarlo.
Para limpiar los huesos de lichis, retire la mayor cantidad de pulpa posible y luego sumérjalos durante 24 a 48 horas en agua a temperatura ambiente. El remojo ablanda la cubierta del hueso y facilita la germinación.
Paso n.º 2: colocar el núcleo en una caja hermética.
Se oye a menudo que es muy fácil hacer germinar un hueso de lichi y que basta con plantarlo en tierra húmeda. Sin embargo, si quieres crear condiciones óptimas para la germinación de este tipo de hueso, te aconsejo no saltarte el paso número 2.
Consiste en envolver el hueso en algodón o papel absorbente húmedo. Coloca todo en una caja hermética, a la sombra, y espera durante 3 semanas.
Durante este período, abre la caja de vez en cuando para verificar que el algodón sigue estando húmedo y que el hueso no se pudre. Si observas que el algodón se ha secado, humedécelo de nuevo.
Paso n.º 3: poner el hueso en la tierra.
Al cabo de tres semanas, probablemente ha aparecido una raíz en tu semilla y quizás incluso un tallo. Ahora que has logrado germinar un hueso de lichi, puedes plantarlo en la tierra para obtener una nueva planta de interior con follaje perenne.
Al principio, ¡no elijas una maceta demasiado grande! Es mejor usar un pequeño recipiente como un vaso para siembra.
Simplemente planta la semilla en tierra húmeda, raíz hacia abajo, asegurándote de no enterrarla demasiado. La semilla debe estar, por supuesto, en contacto con la tierra, pero el tallo o la parte superior de la semilla debe permanecer visible.
Utiliza preferentemente una tierra especial para siembra y trasplante y mantenla siempre húmeda, especialmente al principio. Las primeras hojas deberían aparecer en tu lichi 4 semanas después de la plantación.
A tener en cuenta: las hojas son de color bronce a rojo en el momento de su aparición, luego se vuelven verdes poco a poco. Este cambio de color es completamente normal.
Paso n.º 4: mantener un lichi en maceta.
El lichi es una planta de crecimiento lento que puedes conservar durante muchos años, siempre que la cuides bien.
Después de germinar un hueso de lichi, deberás prestar atención a los siguientes puntos:
• colocar la maceta en un lugar luminoso pero sin sol directo, ya que podría quemar su follaje.
• evitar colocarlo junto a una fuente de calor como un radiador, porque esta especie tropical necesita una alta humedad ambiental. Cuando la atmósfera es demasiado seca, sus hojas se vuelven marrones.
• pulverizar el follaje cada 10 días y aprovechar para limpiar las hojas por ambos lados. También puedes colocar la maceta sobre una cama de bolas de arcilla húmedas si la atmósfera de tu vivienda es demasiado seca.
• mantener el sustrato siempre húmedo, pero sin dejar que el agua se estanque en el fondo de la maceta.
• trasplantar el lichi a principios de primavera cuando esté demasiado apretado en su maceta. Si has utilizado un vaso de siembra, puedes trasplantar tu lichi bebé después de 6 meses. Un trasplante regular permite renovar el sustrato y ofrecer a tu planta suficiente espacio para florecer.