Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, ¡de ahí la importancia de elegir bien nuestro equipo de descanso! Si sufres de dolores de espalda, tensiones musculares y un sueño alterado, quizás sea momento de cambiar tu colchón o tu almohada. Vamos a explicarte el impacto de la ropa de cama en la calidad del sueño y darte algunos consejos prácticos para mejorar tu equipo y dormir bien.
¿Con qué frecuencia se debe cambiar la ropa de cama?
Para dormir bien, se recomienda cambiar la ropa de cama cada 8 a 10 años en promedio, por razones de comodidad, higiene y salud.
Un durmiente cambia de posición aproximadamente 40 veces en una noche. Por eso, después de diez años, las suspensiones de su colchón habrán sido solicitadas alrededor de 150,000 veces. ¡Es también la razón por la cual se aconseja renovar su base al mismo tiempo que su colchón! La base mejora la comodidad y la vida útil del colchón al absorber un tercio del peso del durmiente. Favorece la aireación y la higiene de la ropa de cama.
Otra solución para aumentar la vida útil de un colchón consiste en protegerlo con un sobrecolchón, un equipo que es posible comprar en línea en el sitio https://hypnia.fr/collections/surmatelas
¿Cómo saber cuándo cambiar de colchón?
Para saber si un colchón necesita ser cambiado, es necesario examinar su aspecto exterior. Si un colchón mantiene la forma de tu cuerpo o muestra hundimientos, es hora de renovarlo.
La calidad de tu sueño también es una señal que debes atender. Si tus noches no son reparadoras, tu colchón no te brinda un buen soporte y tu espalda duele al despertar, ¡no esperes para actuar!
El colchón juega un papel esencial en el tiempo para conciliar el sueño, la calidad del descanso e incluso en el nivel de estrés del durmiente. La ropa de cama es crucial para dormir bien ya que permite una buena alineación corporal, reduce los puntos de presión y favorece la relajación muscular.
Estudios han demostrado que una ropa de cama nueva permite 3 veces menos actividad muscular durante el sueño y 2 veces menos micro-despertares durante la noche. En otras palabras, una ropa de cama nueva no cambia la naturaleza del sueño, pero sí tiene un impacto en su continuidad y por lo tanto en su calidad. En un colchón nuevo, no necesariamente se duerme más tiempo pero las noches son más reparadoras y rejuvenecedoras.
¿Cuál es el impacto de un colchón viejo en el sueño?
Cuando el colchón ya no cumple su función de soporte y amortiguación de su cuerpo, puede provocar diversos dolores musculares y articulares, así como dolores de espalda como tortícolis y lumbalgias.
Un colchón con varios años de uso también contiene más ácaros y gérmenes, cuyo desarrollo es favorecido por el sudor y las células muertas de la piel de los durmientes. Las camas antiguas promueven las alergias a los ácaros y sus síntomas (nariz tapada, lagrimeo) que impiden dormir bien.
¿Cómo mejorar el sueño a bajo costo?
Las personas que no disponen del presupuesto necesario para cambiar de colchón y somier pueden optar por un sobrecolchón, que es tres veces menos costoso. Este equipo, que se coloca directamente sobre el colchón, aporta un suplemento de confort al durmiente disminuyendo los puntos de presión. También tiene la ventaja de proteger más el colchón contra el desgaste y aumentar su durabilidad.
Los mejores sobrecolchones utilizan una tecnología de espuma con memoria de forma para ofrecer un soporte más firme y aliviar los dolores de espalda. El grosor del producto también es importante ya que cuanto más grueso sea el sobrecolchón, más soporte y confort ofrece.
Si tiendes a tener calor durante la noche, elige preferiblemente un modelo transpirable que favorezca la circulación del aire y la regulación de la temperatura corporal. Pero, sea cual sea el modelo elegido, un sobrecolchón te ayudará a dormir bien mejorando el confort de tu cama.
Sepa finalmente que su almohada puede tener un impacto significativo en la calidad de su sueño. Una almohada adecuada permite prevenir dolores de cuello y hombros distribuyendo uniformemente el peso de su cabeza. Al igual que el colchón, la almohada debe asegurar una buena alineación de la columna vertebral, un soporte adecuado y un buen confort durante la noche.
En la práctica:
- Si duermes boca arriba, elige una almohada de firmeza media que mantenga tu cabeza y cuello alineados con tu columna vertebral.
- Si duermes de lado, elige una almohada más gruesa para llenar el espacio entre tu cabeza y tu hombro.
- Si duermes boca abajo, opta por una almohada más plana para evitar arquear demasiado el cuello.
- Si tienes alergias, elige una almohada hipoalergénica para reducir el riesgo de reacciones alérgicas.