Desde hace algunos años, los productos y las creaciones culturales hechos en Seúl inundan el planeta. Desde la serie Squid Game hasta el grupo BTS, la cultura surcoreana o K-cultura triunfa en todas partes. Aquí tenemos un análisis de esta manía por Corea, también conocida como K-mania o Hallyu.
¿Cuáles son los orígenes de la ola coreana?
Es muy sorprendente que un país reducido a la nada por décadas de dominación japonesa y por la Segunda Guerra Mundial haya logrado imponerse en todos los ámbitos de la cultura planetaria. Sin embargo, es el fenómeno que hemos estado presenciando durante las últimas tres décadas. Desde la música hasta la gastronomía, pasando por el cine, las series de televisión, los cómics y los cosméticos, ningún sector parece poder escapar a la Corea manía.
Este fenómeno, también llamado Hallyu (una palabra de origen chino que significa literalmente “ola coreana”), comenzó en Asia en la década de 1990. Corea del Sur empezó a exportar masivamente sus productos culturales, primero a sus vecinos y luego a Asia Central, África, América Latina y finalmente a Europa.
Según los expertos, este deseo de hacer brillar su cultura en todo el mundo sería una reacción a 35 años de ocupación japonesa, entre 1910 y 1945. Los coreanos habrían aprendido las lecciones de este doloroso episodio de su historia y habrían estado motivados por el deseo de no volver a sufrir el yugo de potencias extranjeras.
¿Cómo ha inundado la K-cultura al mundo?
Fue en el cambio de milenio cuando la ola coreana comenzó a cobrar importancia, tras una decisión del gobierno. En 1997, el presidente de Corea del Sur, al darse cuenta de que la película Parque Jurásico había generado tantos ingresos como la compañía Hyundai, decidió que su país debía concentrar sus esfuerzos en el desarrollo de las industrias culturales.
Corea del Sur se inspiró entonces en los Estados Unidos y Francia para defender su cultura y producir contenidos capaces de trascender sus fronteras. La manía por Corea realmente comenzó en los años 2000, con los K-dramas.
Según los expertos que han analizado el fenómeno Hallyu, los K-dramas abrieron camino a todos los demás contenidos provenientes de Corea del Sur. Estas comedias románticas, llenas de mensajes positivos y buenos sentimientos, eran ideales para conquistar los países asiáticos y evitar toda censura en China y en los países musulmanes.
A mediados de los años 2000, la llegada del cable permitió el auge de la publicidad en Corea del Sur. Con el boom de los ingresos, los productores coreanos comenzaron a experimentar con otros géneros como el thriller, el cine negro o las películas de aventuras. En el mismo período, el K-pop amplió su audiencia mundial y duplicó sus ventas. Ya en 2012, esta industria musical fue descrita por la revista Time como "la exportación más rentable de Corea del Sur".
A partir de 2015, la plataforma Netflix, consciente del potencial creativo de este país, empezó a incluir programas, series y películas hechas en Seúl. El éxito mundial de la serie Squid Game en Netflix en 2021 es la culminación de un fenómeno que comenzó varios años antes. Esta serie de récords fue vista por 130 millones de usuarios de Internet en apenas tres semanas y generó 900 millones de dólares para Netflix.
Ese mismo año, el grupo superestrella BTS cantó en la ONU su tema Permission to dance. Con esta actuación, el grupo de K-Pop demostró ser el instrumento privilegiado del soft power coreano. Los siete jóvenes cantantes del grupo también se presentaron como "los enviados presidenciales especiales de la República de Corea".
¿Cuál es la magnitud de la manía por Corea?
Durante la década de 2000, el mundo entero descubrió Corea del Sur a través de los K-dramas o la K-pop. El furor por este país se extendió luego a otros campos como la belleza coreana (K-beauty) así como la cocina coreana y sus especialidades...
Hoy en día, ¡la K-mania no parece estar cerca de detenerse! La manía por Corea conquista nuevos territorios cada día y cuenta con más y más fanáticos, gracias a una industria cultural bien establecida. Este país, apasionado por las nuevas tecnologías, utiliza brillantemente las innovaciones y las redes sociales para extender su influencia cultural por todo el planeta.
¿Se está convirtiendo Corea en el nuevo Hollywood? De cualquier manera, se perfila como el nuevo eldorado, al punto que el turismo ha aumentado considerablemente en el País del Amanecer tranquilo. Entre 1995 y 2019, el número de turistas en Corea del Sur se cuadruplicó.