Siempre popular hoy en día, especialmente con motivo de Halloween, el personaje de Drácula nació en 1897 de la imaginación del escritor irlandés Bram Stoker. Se dice que el autor se inspiró en el príncipe rumano Vlad Tepes III. Aunque la obra de Stoker no fue la primera novela dedicada a un vampiro, marcó una etapa crucial en la literatura fantástica e inspiró un mito aún muy presente en el imaginario colectivo, en la literatura y en el cine.
El más famoso de los vampiros, Drácula, es el héroe epónimo de una novela escrita a finales del siglo XIX por el escritor irlandés Bram Stoker.
Para crear este aterrador vampiro, el novelista se habría inspirado en un personaje histórico, el príncipe rumano Vlad Tepes, llamado "Vlad III el Empalador", que reinó sobre Valaquia en el siglo XV.
El personaje del conde Drácula ha dejado una huella tan profunda en la imaginación que posteriormente inspiró otras obras literarias y cinematográficas. Incluso se ha convertido en uno de los monstruos más conocidos del mundo occidental y su leyenda se perpetúa especialmente durante el festival Bram Stoker de Dublín en Irlanda.
Como el personaje de Drácula tiene sus raíces en la historia del príncipe rumano Vlad Tepes III, los orígenes de su nombre se confunden con los del personaje histórico.
El nombre del personaje de ficción se deriva de la palabra "dracul" que significa dragón en rumano. Ahora bien, el padre de Vlad Tepes III había sido apodado Vlad II Dracul, "Vlad II el Dragón", porque pertenecía a la Orden del Dragón fundada por los reyes de Hungría.
Además, la palabra "dracul" también significa "diablo" en rumano y Bram Stoker probablemente utilizó esta ambigüedad para resaltar el aspecto demoníaco del personaje.
Drácula es un vampiro, es decir, un ser inmortal que se alimenta de la sangre de los vivos. Vive en Transilvania y más precisamente en un castillo apartado de los Cárpatos.
En el imaginario colectivo, este personaje es representado como un aristócrata alto y esbelto, con rasgos finos, tez pálida y el cabello negro. Lleva un traje oscuro y una gran capa negra con forro rojo.
Sin embargo, esta representación estereotipada que testimonian los disfraces utilizados para Halloween está muy alejada del personaje original tal como lo imaginó Bram Stoker.
El héroe de su novela es de hecho un anciano bastante feo y repulsivo, sin nada del poder de seducción que se ha terminado por atribuir al célebre vampiro. Para el autor, la fealdad del personaje (una característica que se encuentra en la película Nosferatu de Friedrich Wilhelm Murnau) es el reflejo de su monstruosidad moral.
En las múltiples versiones de su leyenda, Drácula posee diferentes poderes o facultades. En la novela de Bram Stoker, es capaz de transformarse en murciélago, en perro, en lobo, en granos de polvo en los rayos de luna o en niebla.
Puede crecer o encogerse a su antojo, hacerse dueño de los elementos (tormenta, niebla, trueno) y hacerse obedecer por ciertos animales como el lobo, el zorro, la rata, el búho, el murciélago o la polilla.
Practica la nigromancia, la telepatía, la hipnosis y conoce los pensamientos de los seres que han bebido su sangre. Finalmente, la sangre de sus víctimas le permite rejuvenecer y volverse más fuerte. A cambio, Drácula no puede entrar en casa de alguien sin haber sido previamente invitado, solo puede dormir en tierra consagrada y no dispone de ninguno de sus poderes durante el día. No tiene sombra y su imagen no se refleja en ningún espejo.
El ajo, los crucifijos, la hostia consagrada y el agua bendita lo repelen, mientras que una rama de rosal silvestre, colocada sobre su ataúd, le impide salir. En la novela de Bram Stoker, se le puede destruir atravesándole el corazón con una estaca, decapitándolo o disparando una bala bendita en su tumba.
El personaje de Drácula ha inspirado uno de los mitos modernos más vigorosos y ha dado lugar a una importante literatura fantástica sobre el tema de los vampiros. Sin embargo, es del cine de donde este personaje obtiene su notoriedad.
Con aproximadamente 200 películas en las que tiene el papel principal, el vampiro es una de las figuras cinematográficas más populares. La primera adaptación cinematográfica de la novela de Bram Stoker es Nosferatu el Vampiro (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens) realizada por Friedrich Murnau en 1922.
Desde hace más de un siglo, la popularidad de las historias de vampiros nunca ha disminuido y la saga Crepúsculo solo ha reavivado el fenómeno. La adaptación cinematográfica del tomo 3 de la saga, estrenada en 2010, recaudó cerca de 300 millones de dólares.
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